Siempre insistimos mucho en la necesidad de ser consciente del alcance de las Redes Sociales y otros instrumentos de comunicación relativamente “nuevos”, como WhatsApp; hacer comentarios desafortunados en el foro equivocado o verter rumores infundados, sin más, dada la facilidad de difusión de estos medios, puede ampliarse hasta límites insospechados y acabar ocasionando problemas de importancia, como el que venimos a comentar hoy.
Hablamos concretamente de una sentencia reciente de la Audiencia Provincial de Pontevedra que ha venido a confirmar la condena por un delito de calumnias a la madre de un menor por hacer comentarios ofensivos a la profesora de su hijo en el grupo de WhatsApp que compartía con otros padres de alumnos de la misma clase. Los comentarios eran básicamente los siguientes: “la profesora se dedica a zarandearlo de malas formas, a tirarle del brazo, se burla de él, le tiras las fichas del puzzle al suelo, le come el bocadillo (…) Con esto os quiero decir que controléis a vuestros hijos, que les preguntéis por esa individua, y si pasa con alguno más tenemos que hacer fuerza entre todos y plantarle cara”.
El Tribunal no solo está conforme con la calificación inicial de estos comentarios como “ofensivos”, sino que da un paso más, describiéndolos como “suficientemente graves para considerar menoscabada la dignidad y el honor de la perjudicada, en la medida en que menoscaban la honra y el crédito de la profesora”. Recalca igualmente que no hay un mínimo indicio de maltrato al menor, careciendo de toda base indiciaria u objetiva la imputación a la profesora.
En mi opinión debe ser destacable también, a la hora de valorar el alcance y gravedad del asunto, el hecho de verter ese tipo de comentarios en un foro donde todos los miembros son padres de alumnos que comparten a la misma profesora. Son claras las consecuencias negativas para el prestigio profesional de esta, que por otra parte al parecer jamás había recibido queja alguna por parte de alumnos y/o padres. Es más, la madre condenada no había realizado queja alguna ni a la profesora personalmente ni a la dirección del centro.
Como siempre decimos, las Redes Sociales y sistemas de mensajería instantánea como WhatsApp son herramientas muy útiles si se les da un uso adecuado, sin extralimitarnos ni obviar los cauces “tradicionales”, que no por tradicionales deben considerarse “obsoletos”: no olvidemos que aún existen las tutorías con los profesores, que muchos de ellos disponen de correos electrónicos directos y, si esto no funciona, nos queda el recurso a los Jefes de Estudios y personal de dirección del centro. Ya hemos visto cómo, gracias a un mal uso de WhatsApp, un problema personal se engrandece rápidamente.
Si te ha resultado interesante nuestro artículo, por favor, comparte con tus contactos en Redes Sociales.
SUSCRIBETE AL BLOG para estar al día de nuestras publicaciones y recibirlas directamente en tu bandeja de entrada del correo electrónico.